diumenge, 9 de febrer del 2020

Número de habitantes de España a lo largo de la historia

Tabla con el número de habitantes de España 

AÑO
HABITANTES 

Siglo I a.C

6.000.000
Invasiones germánicas
300.000
Como aportación
Presencia musulmana
35.000
Llegados en un primer momento. 
Siglo XIV
5.500.000
1348 - Año de la Peste Negra 
Siglo XVI

Tímida recuperación que solo sirve 
para llenar el hueco dejado por la 
expulsión de los judíos (1492)  
Finales del siglo XVI
9.000.000
XVII
7.000.000
Crisis socio-econónimca, expulsión de
los musulmanes (1614) y guerra.
XVIII
9.308.000
Recuento de Aranda en 1768
10.268.000
Recuento de Floridablanca en 1787
1808
12.000.000

Desde 1857 se realizan los censos 
oficiales y poco después se crea el 
Instituto Geográfico y Estadístico.
1900
18.600.000
1999
40.000.000

2008
2019*
46.063.511
47.100.396

Estos datos son obtenidos a partir del siguiente texto. El cual, ya que estamos, he encontrado en un archivo de un dvd sobre este tema. Así que también lo añado en esta entrada. Aunque lo siento, no he podido encontrar la fuente de este documento.

*)
Población de 47.100.396, aunque hay que sumar a 5.023.279 de extranjeros
Por tanto, 52.123.675 almas con y sin DNI ... y seguramente algunas otras sin papeles. Y otras que residen pero son de la UE y siguen allí inscritas. 



DISTRIBUCIÓN Y DENSIDAD DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA
VARIACIONES ESPACIALES

La población española se caracteriza por una distribución irregular y una densidad de
población de 91,2 hab/km2, de las más bajas de Europa Occidental, para una población
total de 46.063.511 habitantes (2008).


1.- DEMOGRAFÍA HISTÓRICA. EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

Desde los primeros datos históricos de la población española que poseemos, de época
romana, se puede señalar, como característica general, que España es un país
escasamente poblado.

- En época romana, extrapolando los datos del geógrafo Plinio, a mediados del siglo I
a.C., arrojarían una población aproximada de 6.000.000 de habitantes, siendo las zonas
más pobladas el litoral tarraconense y la Bética

- Tras las invasiones germánicas, su aportación poblacional fue escasa, en torno a los
300.000

- La presencia musulmana en la Península desde el 711 no modificaría sensiblemente
el aspecto demográfico. A los 35.000 llegados en un primer momento se une una escasa
aportación durante las invasiones almorávide y almohade. Las guerras, hambrunas y
epidemias de la Alta Edad Media hace difícil calcular la población total, que en su
mayoría se concentraba en Al-Andalus.

- Desde el siglo XI asistimos a un proceso de recuperación demográfica truncado por la
crisis del siglo XIV y la Peste Negra de 1348, diezmando la población española y
reduciéndola a 5.500.000 habitantes, cifra inferior a la del poblamiento romano.

- En la transición al siglo XVI, durante el reinado de los Reyes Católicos, se inicia una
tímida recuperación, especialmente en Castilla. Sin embargo apenas sirve para llenar el
hueco dejado por la expulsión de judíos y musulmanes. A fines del siglo XVI, la
población rondaría los 9.000.000 de habitantes

- El XVII es un siglo de crisis en todos los aspectos. Es también un periodo de
epidemias, hambrunas y guerras que reducen la población a 7.000.000 de habitantes,
afectando principalmente a la zona centro, mientras la periferia inicia un tímido
despegue.

- El XVIII, el Siglo de las Luces será de claro auge demográfico. Aparecen ahora los
primeros recuentos fiables de población (el de Aranda, en 1768, da una población de
9.308.000 hab. Y el de Floridablanca de 1787 10.268.000 hab.)

[ Para tener una comparativa, Francia 
en el año 1700 tenia 21 millones y 

en 1789 casi 28 millones ]

- En los inicios del siglo XIX, en 1808, se alcanzan los 12 millones, con un crecimiento
espectacular en las regiones periféricas. Desde 1857 se realizan los censos oficiales y
poco después se crea el Instituto Geográfico y Estadístico.

- En 1900 la población española pasa de 18.600.000 habitantes. Durante el siglo XX la
población se duplica, llegando a los 40.000.000 en 1999.

- En los inicios del siglo XXI los datos poblacionales son de más de 46 millones en 2008. 




2.- DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA


La característica principal de la distribución de la población española es su irregularidad. La densidad de población ha ido aumentando a lo largo del tiempo (20,9 h/km2 1787; 32,9 en 1887) hasta situarse en los 91,2 h/km2 de 2008, siendo una de las más modestas de Europa Occidental. 

Pero este valor medio esconde claros desequilibrios espaciales entre áreas de concentración, que con más de 500 h/km2, superan la media nacional, y áreas de despoblamiento, donde no se alcanzan los 20 h/km2. 

Las grandes zonas de población, con densidades superiores a la media tienen una disposición periférica (Rías Bajas, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Madrid y ambos archipiélagos). En estas zonas, que representan el 43,3% de la superficie total, vive el 69% de la población. Los grandes espacios vacíos, con
densidades inferiores a la media se localizan en el interior (ambas Castillas, Extremadura, Aragón, la Galicia interior) y áreas montañosas. Sobre este 56,6% del territorio, vive el 31% de la población total española.

- Edad Moderna. 
Este desequilibrio en la distribución de la población española tiene su origen en la Edad Moderna y se acrecentó en épocas recientes.

En el siglo XVI las densidades más altas correspondían al centro-norte, Castilla; pero la crisis económica del XVII afectó especialmente al territorio castellano, provocando desplazamientos de población hacia la periferia. En el siglo XVIII la situación de origen se invierte, siendo las regiones insulares y litorales las de más altas densidades.

- Edad Contemporánea.
El siglo XIX contribuyó a acentuar este desequilibrio y las regiones del interior, excepto Madrid, continuaron perdiendo importancia demográfica respecto a la periferia. Unas veces por su alto crecimiento natural (Andalucía y Galicia), en otros debido a la inmigración provocada por el proceso de industrialización peninsular (Asturias, País Vasco y Cataluña).

Los desequilibrios se agudizan en el siglo XX, espacialmente desde la década de los años 60, acentuándose la emigración desde el interior hacia las zonas industriales tradicionales, a las que añaden ahora las nuevas zonas turísticas mediterráneas e insulares.

La crisis económica del 73 y las reconversiones industriales de los 80, así como el regreso de emigrantes en el extranjero durante los 80, producen un fenómeno de estabilizaciónLas áreas industriales pierden su capacidad de atracción, al tiempo que las zonas tradicionales de emigración iniciaban programas de desarrollo.

Las tendencias actuales de distribución de la población española apuntan hacia la consolidación poblacional de Madrid, del eje mediterráneo y Canarias. La crisis y problemas políticos han provocado fuertes descensos en Asturias y País vasco, al tiempo que continúa el receso estructural en zonas castellano-leonesas.


Gráfico: 


Noticia relacionada:

La huella genética que divide la Península Ibérica

Febrero 2019


Fuente: Hemeroteca de La Vanguardia

  • El ADN no engaña. 
  • divergencias en los individuos modernos moldeadas por los movimientos migratorios de los últimos 1.000 años.
  • trasvases históricos de población que se extienden del norte al sur. 
  • hasta el 10% de descendientes de la migración procedente de África noroccidental 
  • estas variaciones genéticas se remontan a los años 860-1120, un período en el que llegaron muchas personas procedentes de lo que actualmente es Marruecos. Fue principalmente población bereber del norte de Marruecos que se asentaron en diferentes partes de la Península Ibérica.
  • los movimientos poblacionales de hace varios siglos, asociados con la conquista musulmana y la posterior Reconquista, dieron forma a la genética moderna de la Península.
  • En 726 casos de los 1.413 analizados se disponía de la información geográfica y se sabía que los cuatro abuelos nacieron en un radio de 80 kilómetros, lo que permitió a los investigadores identificar en los mapas de España los conglomerados de personas utilizando solo las similitudes y diferencias genéticas entre los individuos.
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Por tanto, segun este estudio y el mapa realizado, hay más diferencia entre un gallego y un asturiano ... que entre un asturiano y uno de Cádiz. Y no es un chiste, solo ADN ;)