Tabla con el número de habitantes de España
AÑO
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HABITANTES
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Siglo I a.C
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6.000.000
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Invasiones germánicas
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300.000
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Como aportación
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Presencia musulmana
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35.000
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Llegados en un primer momento.
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Siglo XIV
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5.500.000
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1348 - Año de la Peste Negra
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Siglo XVI
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Tímida recuperación que solo sirve
para llenar el hueco dejado por la
expulsión de los judíos (1492)
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Finales del siglo XVI
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9.000.000
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XVII
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7.000.000
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Crisis socio-econónimca, expulsión de los musulmanes (1614) y guerra. |
XVIII
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9.308.000
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Recuento de Aranda en 1768
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10.268.000
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Recuento de Floridablanca en 1787
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1808
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12.000.000
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Desde 1857 se realizan los censos
oficiales y poco después se crea el
Instituto Geográfico y Estadístico.
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1900
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18.600.000
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1999
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40.000.000
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2008
2019* |
46.063.511
47.100.396 |
Estos datos son obtenidos a partir del siguiente texto. El cual, ya que estamos, he encontrado en un archivo de un dvd sobre este tema. Así que también lo añado en esta entrada. Aunque lo siento, no he podido encontrar la fuente de este documento.
*)
Población de 47.100.396, aunque hay que sumar a 5.023.279 de extranjeros
Por tanto, 52.123.675 almas con y sin DNI ... y seguramente algunas otras sin papeles. Y otras que residen pero son de la UE y siguen allí inscritas.
Población de 47.100.396, aunque hay que sumar a 5.023.279 de extranjeros
Por tanto, 52.123.675 almas con y sin DNI ... y seguramente algunas otras sin papeles. Y otras que residen pero son de la UE y siguen allí inscritas.
DISTRIBUCIÓN Y DENSIDAD DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA
VARIACIONES ESPACIALES
La población española se caracteriza por una distribución irregular y una densidad de
población de 91,2 hab/km2, de las más bajas de Europa Occidental, para una población
total de 46.063.511 habitantes (2008).
1.- DEMOGRAFÍA HISTÓRICA. EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA
Desde los primeros datos históricos de la población española que poseemos, de época
romana, se puede señalar, como característica general, que España es un país
escasamente poblado.
- En época romana, extrapolando los datos del geógrafo Plinio, a mediados del siglo I
a.C., arrojarían una población aproximada de 6.000.000 de habitantes, siendo las zonas
más pobladas el litoral tarraconense y la Bética
- Tras las invasiones germánicas, su aportación poblacional fue escasa, en torno a los
300.000
- La presencia musulmana en la Península desde el 711 no modificaría sensiblemente
el aspecto demográfico. A los 35.000 llegados en un primer momento se une una escasa
aportación durante las invasiones almorávide y almohade. Las guerras, hambrunas y
epidemias de la Alta Edad Media hace difícil calcular la población total, que en su
mayoría se concentraba en Al-Andalus.
- Desde el siglo XI asistimos a un proceso de recuperación demográfica truncado por la
crisis del siglo XIV y la Peste Negra de 1348, diezmando la población española y
reduciéndola a 5.500.000 habitantes, cifra inferior a la del poblamiento romano.
- En la transición al siglo XVI, durante el reinado de los Reyes Católicos, se inicia una
tímida recuperación, especialmente en Castilla. Sin embargo apenas sirve para llenar el
hueco dejado por la expulsión de judíos y musulmanes. A fines del siglo XVI, la
población rondaría los 9.000.000 de habitantes
- El XVII es un siglo de crisis en todos los aspectos. Es también un periodo de
epidemias, hambrunas y guerras que reducen la población a 7.000.000 de habitantes,
afectando principalmente a la zona centro, mientras la periferia inicia un tímido
despegue.
- El XVIII, el Siglo de las Luces será de claro auge demográfico. Aparecen ahora los
primeros recuentos fiables de población (el de Aranda, en 1768, da una población de
9.308.000 hab. Y el de Floridablanca de 1787 10.268.000 hab.)
[ Para tener una comparativa, Francia
en el año 1700 tenia 21 millones y
en 1789 casi 28 millones ]
- En los inicios del siglo XIX, en 1808, se alcanzan los 12 millones, con un crecimiento
espectacular en las regiones periféricas. Desde 1857 se realizan los censos oficiales y
poco después se crea el Instituto Geográfico y Estadístico.
- En 1900 la población española pasa de 18.600.000 habitantes. Durante el siglo XX la
población se duplica, llegando a los 40.000.000 en 1999.
- En los inicios del siglo XXI los datos poblacionales son de más de 46 millones en 2008.
2.- DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA
La característica principal de la distribución de la población española es su irregularidad. La densidad de población ha ido aumentando a lo largo del tiempo (20,9 h/km2 1787; 32,9 en 1887) hasta situarse en los 91,2 h/km2 de 2008, siendo una de las más modestas de Europa Occidental.
Pero este valor medio esconde claros desequilibrios espaciales entre áreas de concentración, que con más de 500 h/km2, superan la media nacional, y áreas de despoblamiento, donde no se alcanzan los 20 h/km2.
Las grandes zonas de población, con densidades superiores a la media tienen una disposición periférica (Rías Bajas, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Madrid y ambos archipiélagos). En estas zonas, que representan el 43,3% de la superficie total, vive el 69% de la población. Los grandes espacios vacíos, con
densidades inferiores a la media se localizan en el interior (ambas Castillas, Extremadura, Aragón, la Galicia interior) y áreas montañosas. Sobre este 56,6% del territorio, vive el 31% de la población total española.
- Edad Moderna.
Este desequilibrio en la distribución de la población española tiene su origen en la Edad Moderna y se acrecentó en épocas recientes.
En el siglo XVI las densidades más altas correspondían al centro-norte, Castilla; pero la crisis económica del XVII afectó especialmente al territorio castellano, provocando desplazamientos de población hacia la periferia. En el siglo XVIII la situación de origen se invierte, siendo las regiones insulares y litorales las de más altas densidades.
- Edad Contemporánea.
El siglo XIX contribuyó a acentuar este desequilibrio y las regiones del interior, excepto Madrid, continuaron perdiendo importancia demográfica respecto a la periferia. Unas veces por su alto crecimiento natural (Andalucía y Galicia), en otros debido a la inmigración provocada por el proceso de industrialización peninsular (Asturias, País Vasco y Cataluña).
Los desequilibrios se agudizan en el siglo XX, espacialmente desde la década de los años 60, acentuándose la emigración desde el interior hacia las zonas industriales tradicionales, a las que añaden ahora las nuevas zonas turísticas mediterráneas e insulares.
La crisis económica del 73 y las reconversiones industriales de los 80, así como el regreso de emigrantes en el extranjero durante los 80, producen un fenómeno de estabilización. Las áreas industriales pierden su capacidad de atracción, al tiempo que las zonas tradicionales de emigración iniciaban programas de desarrollo.
Las tendencias actuales de distribución de la población española apuntan hacia la consolidación poblacional de Madrid, del eje mediterráneo y Canarias. La crisis y problemas políticos han provocado fuertes descensos en Asturias y País vasco, al tiempo que continúa el receso estructural en zonas castellano-leonesas.
Gráfico: